Una experiencia para repetir en Colombia.
Por: Francisca Bravo.-
Su fama le precede. Pero es casi imposible estar en Bogotá y no tener la experiencia de visitar ese lugar: Andrés Carne de Res. No sólo es un restaurant de carnes, como tantos que tenemos en nuestro país. Se trata de un verdadero vía crucis hacia el acto de disfrutar. Disfrutar del lugar, su comida, sus colores y su estilo sicodélico, vintage, recargado, en definitiva: animado.
Su comida es rica con acompañamientos típicamente colombianos: Arepas con queso, Yuca y las Papas criollas, papas muy chicas del porte de una “bolita” amarillas y sabrosas.
Como éramos un grupo grande pedimos lo más característico de la carta, que es como un tomo de enciclopedia, todas las opciones nos parecieron deliciosas y novedosas, pero nos inclinamos por unas Empanadas fritas de Cachaca (tipo de preparación de la carne con papa machacada), capresse y de carne Andrés, que resultaron un éxito, estaban ricas, sin exceso de aceite y muy bien sazonadas.
Para el fondo optamos por compartir, porque queríamos probar de todo! Pedimos el plato insigne del lugar Lomo al Trapo, un buen y jugoso pedazo de carne, sencillamente delicioso, unas brochetas de carne y pollo que estaban jugosas y contundentes. Las ensaladas algo chicas si las comparamos con las porciones de Chile y con mucho aderezo y poca hoja verde, pero parece ser la tónica en el país, pero igualmente deliciosas.
Y de postres, no puedo hablar. Comimos bastante y las porciones son contundentes, por lo que no pudimos disfrutar de algo dulce.
¡...y a bailar!
Una vez que se acabó la comida literalmente saltamos a la pista de baile, el lugar exudaba las ganas de bailar, disfrutar. Coreamos y bailamos muchas de las canciones que aquí también se tocan, pero allá tenían un sonido más festivo. Había mucha gente de todas partes del mundo. Un real encuentro multicultural.
Un apartado especial merece el look del lugar, que atiende a casi 60.000 comensales al mes, ha sido su dueño, Andrés Jaramillo (en la foto) quien se ha encargado, en los treinta años del restaurant de imprimirle su sello, el toque que lo diferencia y que lo hace tan personal y estar en el puesto 24 de la lista de los 50 mejores restaurantes de América Latina (según los 50 Best Restaurants). Corazones con alas, vírgenes, ángeles, luz tenue, sólo iluminando con velas y con bombillas de colores y frases como: “Nada nos separa”, “Aquí el celular se deja de lado, creemos en la comunicación”. Todo haciendo un llamado a disfrutar a través de la comida y el baile.
Con cuatro sucursales en la capital colombiana, el más conocido está en Chía, a 6 kilómetros del centro de la ciudad. La recomendación es a ir de noche, idealmente con reserva porque el lugar se llena!. Casi la totalidad de garzones son jóvenes estudiantes, que con gran conocimiento de la carta, recomiendan sobre los platos más conocidos o los que tienen más salida. Sin duda una picada rumbera, quizás similar a lo que acá conocemos como parrillada bailable pero de calidad, para no olvidar y querer visitar nuevamente Bogotá!.
ANDRÉS CARNE DE RES / Calle 3 11A-56, Chía, Colombia / www.andrescarnederes.com
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