En Zapallar existen muy pocos hoteles, por no decir que son 2 o tres, y con tradición sólo uno. Se trata del Hotel Isla seca que por fuera no dice mucho pero si por dentro. De estilo vintage-elegante este lugar nos recuerda a algún hotel boutique europeo. Su Terraza, para mí una de las mejores de la zona, que aunque no tiene gran vista al mar, su entorno verde, su piscina, su estilo y, ahora, cómodos sofás exteriores, le dan mucha onda. Llegue hasta aquí, y obviamente me instale afuera, para probar lo que su restaurante Cala ofrece. Ahora con nuevos dueños (los mismos del hotel Viña La Playa en Colchagua y Puelche en Puerto Varas) su chef al mando es Eladio Urra, quien se ha encargado de mantener una propuesta coherente a la zona rescatando productos locales y del mar, obviamente.
Para partir, me pedí un Bellini que rápidamente devolví para que lo corrigieran y así fue, llego de vuelta de manera correcta. Para compartir nos pusimos adoc y nos inclinamos por todo lo fresco del mar, un Cebiche de la casa al estilo del chef con reineta y camarones, sabroso, rico pero que al ser presentado en forma de timbal pierde esa humedad típica de los cebiches que estamos acostumbrados a cucharear. Unas correctas Pinzas de jaiba y unos Locos de muy buen tamaño con mayo y salsa verde.
De fondos probamos de todo. Nos habían hablado muy bien del Caldillo de Congrio y así es, lo probamos y estaba realmente bueno, sabroso y bien preparado con generosos trozos de congrio, buena papa y verduritas en su punto; su caldo, de los mejores que he probado en mi vida con un toque de crema y cilantro, bien enjundioso. Algo menos marino y débil, fueron los Capellini Isla seca con camarones, prosciutto y tomates, no así el Pastel de Centolla que estaba muy bien preparado y sin ni una gota de pan, muy recomendable.
Para terminar, lo dulce. Un sorpréndente Suspiro de berries (como un suspiro limeño tradicional pero con trozos berries que lo dejan menos hostigoso y mucho más fresco, buen acierto), un muy rico Semifrío de miel (en la carta lo llaman nougat, pero en realidad es un postre helado al que sugerí llamar semifrío) y un pretencioso Cheesecake de mote con huesillos, que llamo nuestra atención en la carta y cuando llego también a nuestra vista pero que al probarlo le falta sabor; su compañera cucharita de porcelana con trozos de huesillo y mote perfecta .Todos nuestros platos los acompañamos con un Pinot Noir Chono.
El lugar es agradable y su entorno mejor aún. Si anda por la zona vale la pena darse una vuelta y probar su Caldillo sin pensarlo dos veces, no se arrepentirá.
HOTEL ISLA SECA / Camino costero ruta F30, n°31, V región / www.hotelislaseca.com
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